Muchas personas, concienciadas por el medio ambiente, desean comprar un coche híbrido, o quizás, incluso eléctrico, pero, ¿resulta realmente rentable, o es caro ayudar al planeta?
Hoy en día, la poca accesibilidad a las zonas de recarga de los automóviles nos hace hallar la primera desventaja: dónde recargar nuestras baterías. En las ciudades mas importantes de España (en nuestro caso) podemos encontrar con relativa facilidad un punto de recarga para nuestro automóvil, pero, cuando se trata de una zona de menor importancia económica sólo tenemos la opción de encargar nuestro propio punto de recarga, y esto no es barato.
El precio de nuestras baterías tampoco es algo que le vaya a gustar a nuestra cartera. Con un precio general de 500€ por kWh de almacenamiento, una batería decente de 30 kWh nos costaría 15.000€, algo poco apetecible. Las empresas creadoras de dichas baterías nos ofrecen también ahora un alquiler de batería que, además de hacernos evitar pagar la batería (a corto plazo), nos proporciona un mantenimiento y recambio asegurado de esta.
Por otro lado, recargar la batería nos sale muy rentable. Generalmente saldría a 1 o 1'5€ por cada 100km; por otro lado, los aparcamientos de recarga son especiales para a nuestros automóviles eléctricos, lo que nos proporciona una mayor exclusividad y multa hacia la persona que aparque su coche en nuestra zona incumpliendo dicha norma. Tampoco debemos olvidar que, muchos de nosotros, queremos hacer esto por el medio ambiente y, aunque salga caro, vale la pena.
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