
El Aton Martin DB5 fue el primer coche de Bond. Además de un diseño exquisito y unas grandes propiedades mecánicas, contaba con una carrocería blindada e ignífuga, un teléfono en la guantera (muy moderno en su época), armas en el frontal, agujas retráctiles en las llantas y un surtidor de aceite en la parte trasera.

El Aston Martin DBS de 2006 fue una forma de publicitar la reaparición de este modelo desde los 70. Tanto las magníficas prestaciones mecánicas como la carrocería blindada, la robotización del sistema de a bordo y la forma de volverse invisible hacen especial a este coche que protagoniza escenas de persecución y huida en la película.
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